El tercer domingo de Adviento es llamado “domingo de gaudete”, o de la alegría, Gaudete, es decir, regocíjense.
La ALEGRÍA es uno de los elementos integrantes de nuestro carisma, es una fuerza interior que sostiene a la persona y le da sentido a la vida. Es el gozo de existir, la felicidad del que tiene a Jesúscristo Redentor como su Todo, la felicidad compartida con los hermanos, sobre todo con los más pobres. La alegría es un cúmulo de sentimientos positivos.
“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”…
(Papa Francesco).