“Pedro, Santiago y Juan se preparan para afrontar el escándalo de la cruz, como se canta en un antiguo himno: «En el monte te transfiguraste y tus discípulos, en la medida de su capacidad, contemplaron tu gloria, para que, viéndote crucificado, comprendieran que tu pasión era voluntaria y anunciaran al mundo que tú eres verdaderamente el esplendor del Padre” será entonces que también nosotros participemos de esta visión y de este don sobrenatural, dando espacio a la oración y a la escucha de la Palabra de Dios. La Virgen María nos puede servir de ayuda inestimable para seguir siempre al Señor Jesús, hasta la pasión y la cruz, para participar también en su gloria.” Fuente: (Religión digital)